caza

número 70 / año 0
caza
70

CAZA (70), esa actividad ancestral que nos remonta a tiempos primordiales, cuando el ser humano perseguía a su presa con astucia y habilidad, convirtiendo cada jornada en un juego de estrategia y supervivencia. Aunque la caza haya evolucionado con el tiempo, sigue siendo una danza entre el cazador y la presa, un equilibrio delicado de poder y precisión.

Asociemos primero la CAZA con la BICI (80). En un mundo imaginario, las bicicletas no son simples medios de transporte, sino herramientas de caza especializadas. Los cazadores montan veloces bicicletas, equipadas con mecanismos y artilugios especiales, persiguiendo a sus presas por terrenos agrestes y sinuosos. Las ruedas de estas bicis están diseñadas para seguir el rastro del animal, y cada pedalada es un paso más cerca de la victoria. Es una caza ecológica y respetuosa, donde el objetivo no es herir, sino simplemente alcanzar y marcar, celebrando la velocidad y la habilidad sobre la violencia.

Al pensar en la CAZA y la NORIA (24), visualizamos un festival anual en un pueblo donde la noria no es solo una atracción, sino un desafío. Los participantes deben usar sus habilidades de caza para apuntar y lanzar dardos inofensivos a objetivos móviles desde lo alto de la noria en movimiento. Aquel que acierte más objetivos durante el recorrido es aclamado como el cazador del año.

Finalmente, relacionando CAZA con CANOA (72), nos sumergimos en los ríos serpenteantes de una selva densa. Aquí, los cazadores navegan en silenciosas canoas, deslizándose sobre las aguas oscuras, en busca de presas imaginarias que brillan bajo el agua. En lugar de armas, llevan redes luminosas que capturan estas criaturas etéreas, liberándolas después de contarlas. Es una caza mística, una danza entre el hombre, la canoa y el agua, donde el respeto por la naturaleza es el premio más grande.

Estas visiones nos transportan a mundos donde la caza se transforma, mostrándonos nuevas perspectivas y aventuras en cada escenario.