bebé, baba

número 88 / año 2
bebé, baba
88

BEBÉ (88), la representación pura de la inocencia, de un comienzo fresco y lleno de promesas. Sus risas contagiosas, sus primeros pasos titubeantes y esos ojitos que miran al mundo con asombro y curiosidad. Un bebé es un recordatorio del milagro de la vida y de cómo, con el tiempo, crecemos y nos desarrollamos en seres únicos con historias y experiencias propias.

BABA (88) nos evoca esa saliva espesa que a menudo asocian con el hambre o con un estado de ensimismamiento. Pero también es un recordatorio de esos momentos cómicos cuando los bebés sueltan hilos de baba al ver comida o cuando duermen plácidamente con un pequeño charquito formándose en su almohadita.

Al pensar en MOTO (31), imagina a un bebé sentado en una motocicleta de juguete, sosteniendo firmemente el manillar con sus manitas regordetas. La baba cae mientras imagina recorridos a velocidad por la sala de estar, con el viento soplando y sus risas llenando el aire. Cada vez que pasa por una esquina, los adultos aplauden y vitorean, sumándose a su pequeña aventura.

En cuanto a NIEVE (28), visualiza un paisaje invernal donde la tierra está cubierta de un manto blanco brillante. Un bebé, abrigado con un trajecito esponjoso, experimenta por primera vez la sensación de la nieve bajo sus manitas. La baba se congela ligeramente al intentar probar ese frío desconocido. Su risa resuena en el aire helado cuando un copo de nieve aterriza en su naricita, marcando una de las muchas primeras veces que vivirá en su vida.

Estas asociaciones nos trasladan a esos momentos tiernos y mágicos, donde cada experiencia se siente como un descubrimiento y el mundo es un lugar lleno de maravillas esperando ser exploradas.