lelo, alioli
El término LELO, que puede referirse a alguien un poco distraído o ensimismado, nos lleva a imaginar un personaje peculiar. Al asociarlo con AMEBA (38), considera la historia de un lelo que, un día, bajo el microscopio de un laboratorio, se encuentra con una ameba que, increíblemente, parece tan distraída como él. Ambos se entienden perfectamente, y el lelo decide adoptarla como mascota. La ameba, a pesar de su naturaleza simple y unicelular, encuentra formas divertidas y creativas de comunicarse con su nuevo amigo, haciendo que ambos se diviertan sin cesar.
ALIOLI, esa cremosa salsa a base de ajo y aceite, es un acompañante delicioso para muchos platos. Si la vinculamos con TÍO (1), nos encontramos con un tío que es famoso en la familia por su receta secreta de alioli. En cada reunión familiar, todos esperan ansiosos su llegada, pues trae consigo un gran tazón de alioli fresco que da sabor a las comidas y une a la familia en torno a la mesa. Su sobrino más pequeño, fascinado por el alioli, decide aprender el arte de hacerlo y, con el tiempo, se convierte en el sucesor del legendario "tío del alioli".
Estas conexiones narrativas entre palabras tan dispares demuestran que, con un poco de imaginación, es posible tejer historias únicas y memorables.