sucio

número 60 / año 2
sucio
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SUCIO, una palabra que nos remite a lo que está manchado, desordenado o impuro. Pero, ¿qué pasa si intentamos visualizarlo en un contexto diferente? Si lo asociamos con SUEÑO (62), imagina un artista que, cada noche, tiene sueños en los que se encuentra en un estudio lleno de pinturas, pinceles y lienzos sucios. En lugar de sentirse desanimado por el desorden, ve cada mancha y cada trazo fuera de lugar como una oportunidad para crear una obra maestra. Así, cada mañana, se despierta inspirado y lleno de energía para plasmar en un lienzo lo que soñó la noche anterior, convirtiendo lo que para muchos sería un caos en arte.

Y al unir SUCIO con HERRERO (44), imagina un herrero que, cubierto de hollín y con sus herramientas llenas de residuos metálicos, es conocido por ser el mejor en su oficio. A pesar de la apariencia desordenada de su taller y su aspecto sucio, crea piezas de metal exquisitas y detalladas que son admiradas por todos. Es la prueba de que, a veces, el proceso puede ser sucio y desordenado, pero el resultado final es puro arte.

Estas asociaciones nos enseñan que la belleza y el valor pueden encontrarse en lugares inesperados, y que no debemos juzgar por las apariencias.